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sábado, 8 de noviembre de 2014

Carpe Diem

A finales de año, el tiempo camina tan rápido como el contador trucado de un taxista. Las personas vivimos contra el tiempo, intentando detenerlo con el alfiler de nuestra memoria, como aquel que clava una mariposa en un corcho, lo cual es un esfuerzo inútil, ya que la mariposa muere al ser atravesada. Tenemos hijos contra el tiempo, construimos pirámides, escribimos libros, levantamos imperios comerciales, organizamos guerras y firmamos paces, todo para detener el tiempo y derrotarlo. Aunque hagamos lo que hagamos, incluso inventando leyes de la relatividad que definan que el tiempo es algo irreal, nuestro último día acabará por atraparnos.

Quizás el punto más importante de la cuestión consiste en contemplar las cosas de otro modo. Por ejemplo, uno de los problemas de las personas es que viven la vida como si fuera un camino hacia algún lugar, es decir, tendemos a rechazar el tiempo presente, como si la verdadera felicidad y la vida plena estuviera por llegar. Pero en esta inquietud se nos escapa el tiempo.

Como expresa Horacio en su famosa oda: "Mientras hablamos, habrá huido tu vida ansiosa. Goza el día que vives, confiando lo menos que puedes en el que ha de venir". Horacio murió hace 2000 años y, antes y después de él, millones de personas pasaron por el mundo. Algo tan normal y natural no puede ser horrible: nacer y morir encierra una continuidad y armonía. No hay que luchar contra el tiempo, sino vivirlo.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! Qué entrada más reflexiva... es verdad que estos meses suelen pasar rápidos y al instante vemos cómo se nos acaba otro año. A mí a estos cambios de la hora y del tiempo me cuesta adaptarme y siempre me pongo más reflexiva y siento que el tiempo se nos escapa jajaja de hecho el año pasado en diciembre escribí la entrada "In time", hablando también sobre el tiempo.
    Me ha gustado una frase que dices: "Tendemos a rechazar el tiempo presente, como si la verdadera felicidad y la vida plena estuviera por llegar." Muchas veces me pasa a mí, que tengo la sensación de que en verdad estoy esperando a que llegue algo mejor en un día, una semana o más tiempo. Pero cuando me doy cuenta intento dejarme de tonterías y aprovechar el momento :) ¡Un abrazo JD!

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  2. Pues si ya te dijera que esta entrada la escribí en una hoja mientras esperaba el Jueves a que tocara el timbre de las 3 durante una guardia... Ahí si que, aunque el tiempo pase rápido, se hace lentísimo... Buscaré tu entrada y la leeré, debe ser muy interesante. Ciber abrazos para todoos!!

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