Es difícil encontrar libros buenos últimamente, al menos lo es para mí. Sin embargo, como todo en esta vida, aparecen cuando menos te lo esperas.
El lunes pasado tenía bastantes ganas de leer, así que fui a la biblioteca en busca de algún título que me llamase la atención. Entonces vi por casualidad "Nada" de Carmen Laforet. Recordé que hace algún tiempo en el instituto estubimos estudiando las mujeres más importantes en la literatura, y que ella fue una, junto a su novela "Nada". Entonces, por curiosidad más que nada, decidí empezar a leer el principio y, como ya he dicho, fue uno de esos libros que desde el principio me cautivó. Me llamaron la atención la cantidad de adjetivos que usaba, la manera de describirlo todo con tanto detalle, en un lenguaje tan armonioso que te hace imaginar todo lo que describe como si lo estuvieras viendo tú misma realmente. Me di cuenta de que merecía la pena leer ese libro, así que me lo llevé a mi casa, y si he tardado más de dos días en leerlo ha sido simplemente porque he querido complacerme en ir leyéndolo despacio, sin prisa, volviendo a leer algunas partes, saboreándolo e intentando sacar lo máximo posible de él.
Es un libro escrito tras la Guerra Civil, y quizás eso es lo que me ha gustado tanto, pues ha sido como vivir una época en la que no me ha tocado vivir, conocer cómo era todo en aquél tiempo, que no queda tan lejos de nosotros, pero que era tan diferente a cómo es hoy la vida.
Lo curioso es que la protagonista se llama como yo, y ensima tiene mi misma edad. Ésto al principio me hizo pensar que me sentiría indentificada con ella, que le tomaría cariño y afecto. Lo que pasa es que ella tiene un papel demasiado pasivo; ella más que nada es la narradora, es la que nos cuenta cómo lo veía todo con sus ojos, pero apenas se deja conocer, y lo más sorprendente es que apenas habla en todo el libro, apenas participa en los diálogos. Hay una parte en la que ella misma reconoce: "Unos seres nacen para vivir, otros para trabajar, otros para mirar la vida. Yo tenía un pequeño y ruin papel de espectadora."
Así, el libro parece más un diario, escrito tras haber vivido las circunstancias que cuenta, que otra cosa. En este aspecto sí me he sentido bastante identificada, pues yo misma en algunos momentos de mi vida me he sentido así, una mera espectadora de la vida, que lo escribe todo en un diario, contando cómo ve la vida con sus ojos, pero sin participar apenas en ella.
Pero bueno, voy a resumir un poco lo más importante del libro.
El libro empieza cuando Andrea llega a Barcelona para estudiar en la Universidad. Durante su estancia, se queda en el piso de su abuela. Ella llega llena de ilusiones y sueños, que se ven reprimidos tras darse cuenta de que en el piso, junto a su abuela, viven tres de sus tíos: Angustias, Júan y Román, que se llevan fatal entre ellos y están a todas horas discutiendo, lo que influye mucho en el estado de ánimo y las ilusiones de Andrea.
Angustias desde el principio se proclama responsable de Andrea; quiere educarla y ni la deja salir sola por Barcelona. Por suerte para la protagonista, Angustias abandona el piso al finalizar la primera parte del libro, y a partir de entonces Andrea se ve mucho más libre.
Juán está casado con una mujer joven pelirroja, Gloria, y tienen un hijo pequeño. Juán siempre está discutiendo con todo el mundo, sobretodo con su mujer, a la que incluso pega.
Y Román se cree superior a todos los demás. Vive en una buhardilla sobre el piso, pero baja a menudo para comer o tocar el piano que hay allí. Él es el que provoca muchas de las peleas entre Juan y Gloria, pues se divierte manejando a las personas a su antojo, como él mismo llega a reconocer.
Y luego está Ena, una compañera de la Universidad de la protagonista, con quién establece amistad en la segunda parte del libro. Ena es alocada y está cargada de energía positiva, parece una buena chica pero tiene un fondo perverso que demuestra en la última parte del libro, y que es responsable del final del mismo.
Me ha encantado este libro, pues describe tan bien a los personajes que da la sensación de conocerlos en persona, de incluso haber sentido como ellos. Es un libro en el que se van describiendo situaciones agobiantes y casi trágicas que van viviendo los personajes ya mencionados, todo descrito de una forma tan cercana... En serio, merece la pena leer este libro, y ahora entiendo por qué ganó el primer premio Nadal. Sin duda leeré más libros de Carmen Laforet, como "La isla y los demonios" o "La mujer nueva", y ya contaré qué me parecen.
Podría estar aquí hablando mucho más de este libro, pues hay tantos detalles que me llaman la atención, que terminaría escribiendo una opinión más larga que el propio libro, pero creo que no es el sitio y tampoco quiero resultar pesada, por lo que ya lo dejo aquí, animandoos a que leais este libro, en serio.
Un abrazo,